Tras el apagón masivo ocurrido el último domingo en la Argentina, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) está realizando una investigación para detectar cual fue la falla que derivó en el corte del suministro de energía.
El informe preliminar de la compañía de gestión estatal, que se inició el mismo día domingo, tras el colapso, indicó que de las tres líneas de transmisión que operan en el Litoral, sólo 2 estaban en funcionamiento.
Una de ella, ubicada en Colonia Elía-Nueva Campana, está fuera de servicio por la reubicación de una torre en el cruce del Río Paraná Guazú, próximo al puente Zárate-Brazo Largo, desde abril, y está bajo responsabilidad de Transener. Esta línea transporta la electricidad desde Yacyretá y Salto Grande al área metropolitana del GBA. La llamada torre 412, debía sustituirse para emplazar otra en tierra porque la corrosión habrían “comido” la base, con lo que peligraba su estabilidad. La “necesidad” de reemplazarla se planteó en 2015, pero la tarea recién se encaró hace tres meses.
De las otras dos líneas de alta tensión en servicio, Colonia Elía-Belgrano y Mercedes-Colonia Elía, en la primera se produjo un cortocircuito el domingo a las 7.06 y la última “se desenganchó por causas aún no precisadas”. Al perder el aporte de las centrales de Yacyretá y Salto Grande, el sistema se “desestabilizó”. El sistema no respondió para restablecer el equilibrio y la sobrecarga en el resto del sistema provocó el apagón.
Las fallas detectadas, según detallan algunos expertos, se corresponden a la falta de inversión y de control del Estado de que se lleven a cabo esas inversiones. De esta manera, desmienten la versión brindada por el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, quien había explicado que se trataba de un “encadenamiento de hechos”.
Según la opinión de los especialistas, la desconexión de Yacyretá está atribuida a falencias en el sistema de control y gestión del proceso, por vetusto y por la demora en su reemplazo o actualización. Pero detrás de esta controversia también existe una disputa por una propuesta de contratación que representa cifras millonarias (varias decenas de millones de dólares).
La falta de control oficial sobre el cumplimiento de obligaciones de inversión de los concesionarios privados, varios de ellos con vinculación directa con integrantes del Gobierno. Los argumentos oficiales en estos últimos días, tratando de atribuir el colapso energético a imponderables de imposible repetición, llevó a muchos a pensar que la intención de encubrir las verdaderas responsabilidades no es ajena a esta trama.
Es que las empresas encargadas de la distribución, Transener, Cammesa, Yacylec y Litsa, pertenecen a amigos de Mauricio Macri, y hasta en algunos casos, los identifican como testaferros del presidente.
El caso de Transener, responsable de la red troncal de transmisión eléctrica en alta tensión (anillo del sistema que interconecta a todo el territorio continental), es propiedad mayoritaria de Pampa Energía, cuyo titular es Marcelo Mindlin, de estrecha relación personal con Mauricio Macri y de negocios con el clan familiar.
La falla en el sistema se produjo en las líneas de transmisión que transportan la energía desde el Litoral al resto del sistema interconectado, según el informe preliminar de Cammesa. Transener recibe el fluido eléctrico desde las grandes centrales hidroeléctricas a través de dos subcontratistas privadas, Yacylec y Litsa, en las que tienen participación Cartellone y Sideco (grupo Socma, que pertenece a la familia Macri), aunque la responsabilidad de la prestación recaería sobre Transener.
Fuente: Página 12
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