El adiós a la luchadora Norita Cortiñas

Sólo su partida puso fin a su incansable lucha de memoria, verdad y justicia, bandera que alzó durante 47 años Noritas Cortiñas, quien ayer falleció luego de estar varios días internada.

Norita fue una de las fundadoras de Madres Plaza de Mayo, causa que abrazó desde la desaparición el 15 de abril de 1977 de su hijo Carlos Gustavo Cortiñas, secuestrado a las 8.45 en la estación de trenes en Castellar, cuando iba a trabajar. Desde ese día, Gustavo engrosó la lista de detenidos desaparecidos de la dictadura, sus restos nunca fueron encontrados, ni tampoco se obtuvo información alguna sobre su paso por algún centro clandestino de detención.

“El 30 de abril de 1977, nuestro primer día, éramos muy poquitas y todas estábamos atravesadas por el miedo y la angustia. Mientras averiguábamos por el paradero de nuestros hijos nos íbamos encontrando con mujeres y hombres en la misma situación. Entonces comenzamos a juntarnos para descubrir las causas, para consolarnos. No nos unían opiniones políticas ni religiosas sino la tragedia, la búsqueda incansable. Ahora bien, desde el inicio en vez de estar quietas decidimos rondar. No obstante, durante los cuatro primeros meses de reuniones lo que hacíamos era estar paradas. Las vueltas comenzaron casi por orden de la policía que nos hacía circular. La razón fue muy simple: como el estado de sitio no permitía que las personas se juntasen en las calles se nos ocurrió caminar alrededor de la plaza. Fue Azucena Villaflor la que propuso esa idea. Allí podíamos expresar nuestro dolor, nuestra angustia y la gente al vernos se iba enterando de lo que estaba sucediendo” relató Norita sobre el inicio de la histórica ronda de los jueves en Plaza de Mayo.

La historia de Norita se asemeja a la de muchas otras mujeres que, sin haber tenido participación activa en la política, el golpe de un hijo, una hija, un nieto o nieta hicieron que salieran a las calles a denunciar sus desapariciones al no tener donde más recurrir.

El dolor supo ser el motor que movilizó a las madres y abuelas. En el caso de Norita, la búsqueda de su hijo se transformó en una lucha incansable de verdad y justicia que la llevó a constituirse como una referente de derechos humanos tanto en el país, como en el mundo. La madre Plaza de Mayo participó en numerosos congresos, seminarios y debates en los temas de derechos humanos, mujeres y de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de las Naciones Unidas (NU). La Universidad Libre de Bruselas le otorgó el título de Doctora Honoris Causa en 2000 y también la Universidad de Salta de Argentina en el año 2003. Asimismo, fue una de las integrantes de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM).

Distinción por su labor en derechos humanos

Con un título de Psicóloga Social, Norita fue titular de la cátedra libre Poder Económico y Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y titular de la materia curricular y optativa Poder Económico y Derechos Humanos para la carrera de Contador Público en la Facultad de Ciencias Económicas.

Poco quedó de esa Nora Cortiñas de Morales, casada desde muy joven, profesora de alta costura, dedicada a la vida del hogar y que trabajaba dando clases en su casa. La desaparición de Gustavo, su hijo fue el punto de inflexión para que Norita alzara el legado de verdad, memoria y justicia que, quienes crean en la democracia, deberán recoger.