El gobierno de Mauricio Macri está en una situación crítica: el Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió postergar el desembolso de los 5.400 millones de dólares acordados con el presidente para después de las elecciones de octubre.
De esta manera, el organismo internacional pone en jaque al gobierno de Cambiemos, que esperaba esa suma para poder llegar a fin de mandato con las cuentas al día, pues, la economía argentina necesita de 7 mil millones de dólares a fin de año, para poder pagar deuda.
La medida tomada por el FMI es una estrategia para sentarse a discutir con quien consideran que será el próximo presidente, Alberto Fernández, además, de tratar de despegar las acciones tomadas del devaluado gobierno de Mauricio Macri.
Recordemos, que el préstamo stand by firmado entre ambas partes, hizo que el propio FMI incumpliera con normas establecidas por el propio organismo, prestando más del 50 por ciento de sus activos a la Argentina. La crisis económica desatada en el país, hizo que el FMI fuera cuestionado por sus métodos. De esta manera, desde la cúpula, intentan alejarse de la figura de Macri.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, viajará en septiembre a Estados Unidos para mantener la reunión pautada con el FMI y discutir sobre este desembolso. La reunión, acordada para el 24 de septiembre, estarán los representantes del FMI.
Según advierten, Alejandro Werner-Roberto Cardarelli, ambos representantes del organismo en el hemisferio occidental, endurecieron su posición y elaboraron un informe crítico sobre la Argentina, de esta manera, harán todo lo posible, para estirar los plazos hasta octubre para realizar el desembolso en la Argentina. De haber ballotage, advierten que el mismo será en diciembre.
La situación crítica de las arcas del Estado, ya fue advertida por varias calificadoras de riesgo, como del JP Morgan, Merrill Lynch y Moody’s, que informaron a sus clientes sobre un eventual default.
De esta manera, los ánimos en Casa de Gobierno están cada vez más alterados, ya que el FMI le terminó por cerrar las puertas a Macri, luego de la estrecha relación que mantuvo el propio presidente con la que fuera por aquel entonces la titular del fondo Christine Lagarde.
Fuente: Clarín