“Hoy somos más pobres que antes de las PASO” fue una de las respuestas del presidente Mauricio Macri en la conferencia de prensa que brindó ayer a la tarde después que el dólar aumentará 11 pesos en solo una jornada.
En un discurso cargado de excusas y culpando a la ciudadanía por los resultados que no favorecieron a la fórmula que él mismo encabezaba, Macri, consultado por un periodista sobre qué medidas concretas iba a tomar gobierno para paliar la crítica volatilidad del dólar, indicó que no estaba en condiciones de responder, sino que había que consultarle a su equipo económico.
Sin embargo, según indicó en periodista y economista Marcelo Bonelli, del Grupo Clarín, medio afín al macrismo, el mismo presidente autorizó a sus funcionarios a reanudar las conversaciones con la Reserva Federal de EEUU con el objetivo de abrir una nueva línea de crédito que actúe como respaldo hasta el fin de su mandato en diciembre.
Así, el mandatario buscaría un nuevo préstamo, esta vez con la Reserva Federal, por unos 20 mil millones de dólares, para contener la divisa norteamericana hasta el último mes del año. La maniobra, también podría entenderse como una estrategia de Cambiemos para mostrar a la opinión pública y a la ciudadanía, que el gobierno de Macri puede contener la inestabilidad monetaria.
Fue en esa dirección que Mauricio Macri intentó cargar las culpas sobre el incremento del dólar al triunfo de las PASO por parte de la fórmula Fernández-Fernández, aduciendo que el mundo y los mercados ya conoce las políticas que lleva a cabo el kirchnerismo.
Lejos de tomar la responsabilidad de gobernar, como debería hacerlo hasta el 10 de diciembre, en una eventual salida del gobierno, Macri, responsabilizó a otras personas que no ocupan ningún cargo ejecutivo que puedan realizar alguna política económica.
Según informó Bonelli, el préstamo de la Reserva Federal gozaría del beneplácito de Donald Trump.
Fuente: TN
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