En la publicación de ayer del Indec respecto al Índice de Precios al Consumidor (IPC) donde concluyó que la inflación de noviembre a nivel nacional alcanzó el 4,3%, se desprendió otro dato preocupante. Es que en el mismo periodo, los alimentos sufrieron un incremento del 5,3%, es decir, un punto porcentual por encima que la inflación general.
La principal preocupación de este aumento de los alimentos sobre la inflación, es porque se trata del rubro más sensible para los bolsillos de los sectores más vulnerables.
En noviembre el alza de frutas y verduras fue la que más impactó en el indicador: a la fuerte suba del precio de la banana (48,8) y el tomate redondo (37), se sumaron alzas del 29,3% en el limón, 14,6% la papa, 9,9% la lechuga y 7,4% la manzana deliciosa. La excepción fue la cebolla, que bajó 20,8%, único artículo del rubro "alimentos y bebidas" que retrocedió.
También debe sumarse los incrementos en la carne. El asado, fue el corte que encabezó la lista de aumentos con un alza del 10,8%, seguido por el cuadril, 9,7%; la nalga, 8,6%; paleta, 8,3%; y la carne picada común, 7,2%.
Los embutidos tuvieron la misma suerte. El jamón cocido aumentó 5,1%, el salchichón 4,2% y el salame 4,2%.
En relación a los alimentos más habituales en la mesa familiar, el arroz subió el 8,7%; el tomate en conserva un 6,6%; el pan de mesa 5,5%; las galletitas de agua 5,3%; los huevos 4,2%; el polvo para flan 4,5%; y el café molido 3,7%.
De esta manera, en promedio, los alimentos superaron la inflación promedio de todos los otros rubros, aunque al tratarse de un elemento tan básico, la preocupación gira en torno a los sectores más vulnerables, que durante la gestión Cambiemos fue perdiendo la capacidad monetaria de adquirir una canasta básica alimentaria equilibrada. Así lo demostraron los últimos datos del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, donde concluyó que la pobreza alcanzó el 40,8 por ciento de la población en Argentina. Un dato preocupante en un país que productor de alimentos.
Fuente: Ámbito.com