El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) finalmente calculó el costo del congelamiento de tarifas para tratar de mantener la competitividad del Gobierno durante las elecciones y autorizó el giro de $24.500 millones a las distribuidoras de gas.
En un primer momento el secretario de Energía Gustavo Lopetegui había decidido postergar los aumentos del último invierno para después de las elecciones, medida que tuvo un impacto fiscal de $4.500 millones.
A su vez, pateó la revisión tarifaria de octubre para enero del 2020, para lo cual permitió que las energéticas recorten sus inversiones a modo de compensación para financiar la disminución de sus ingresos.
Sin embargo, la fuerte devaluación que sacudió a la moneda después de las PASO alteró por completo estos cálculos, ya que las tarifas se actualizan por la variación del tipo de cambio y el índice de precios mayoristas, fórmula que el próximo gobierno pretende modificar.
Fuentes del peronismo afirmaron que se trata de una compensación "absurda" por las enormes ganancias registradas por las energéticas durante el macrismo y calificaron al Enargas, el ente regulador como "representante de los intereses de las empresas".
El mayor problema es que esta autorización complica aún más las metas fiscales y amenaza con una mayor emisión monetaria. Como explicó este medio, Hacienda necesitará entre $250.000 y $350.000 millones para cubrir la brecha fiscal hasta el fin del mandato.
Para ello, se está financiando con diversos organismos públicos -especialmente la ANSES- ya que no tiene acceso al mercado de capitales y pretende reducir al mínimo una peligrosa emisión monetaria vuelva a espiralizar la inflación.
Según informaron desde Hacienda, el pago sería en 30 cuotas y la primera de ellas se efectuará antes del cambio de gobierno del 10 de diciembre.
Fuente: La Política On Line
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