Mientras el presidente electo Alberto Fernández estuvo estos días manteniendo encuentros con distintas figuras para ir armando lo que será el plan de lucha contra el hambre, el causante de la crisis económica que atraviesa el país, Mauricio Macri aprovechó el fin de semana largo y volvió a tomarse unas vacaciones, en esta oportunidad, en la provincia de Córdoba.
Alojado en un hotel boutique de lujo en la localidad de Mendiolaza, en las sierras cordobesas, el día sábado el presidente estuvo acompañado de su esposa Juliana Awada y amigos, con los cuales jugó el golf con el intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi, quien ofició de guía durante toda la estadía; el exgolfista Eduardo “El Gato Romero”, actual intendente de Villa Allende; y el propio empresario Manuel Tagle, el anfitrión en esta visita a las sierras chicas cordobesas.
El domingo fue un día igual de agradable. Macri aprovechó el clima serrano para tomar sol y usar la pileta del hotel. Asimismo, la estadía incluyó el almuerzo en el exclusivo restó Los Aroza, donde el mandatario degustó empanadas de vacío y provoleta de entrada, luego siguió por un surtido de carnes compuesto por ojo de bife, trucha, dorado, matambre y entraña. El postre en tanto contó con flanes, frutas y dulces del lugar.
A la salida del restaurante, Macri recibió a un grupo de personas que lo esperaban para saludarlo y tomarse una fotografía con el presidente.
Según el intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi comentó a la prensa “afuera del restaurante lo fue a saludar gente y él accedió a las fotos. La vibra que le transmite la gente de Córdoba es increíble y él está muy contento de recibirla, por eso eligió este destino para pasar este fin de semana largo. La campaña del Sí se puede le provocó un cambio. Está disfrutando de su descanso en Córdoba y agradeciéndole a los cordobeses por el apoyo brindado en todo este tiempo. Además ya se está preparando para liderar la oposición los próximos cuatro años”.
Tras el almuerzo, Macri volvió a la Estancia El Terrón. Allí, en el club house del lugar, vio la última carrera de la Fórmula Uno y luego se alistó para jugar en la cancha de golf de 18 hoyos diseñada por el estadounidense Tom Weiskopf, uno de los diseñadores más reconocidos del mundo del golf.
Sin embargo, la visita también provocó el rechazo de algunos vecinos de esa localidad que se convocaron en el ingreso donde se alojó Macri junto a su familia, y realizaron la “protesta de las reposeras”, en clara alusión al apodo que le puso un intendente tucumano que lo llamó “domador de reposeras” por la cantidad de vacaciones que se tomó el mandatario desde que asumió la presidencia.
La manifestación, totalmente pacífica, fue acompañada por carteles. Pese a ello, Mauricio Macri hizo caso omiso, y siguió disfrutando de los días de sol.
Fuente: Perfil
El Destape
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