Transcurrió una semana difícil en el orden nacional, y nefasta para Jujuy.
La sorpresiva visita del Presidente de la Nación Alberto Fernández a la dirigente social Milagro Sala, fue una afrenta para la pretensión de control feudal sobre Jujuy que ostenta Gerardo Morales y produjo repercusiones con tinta de revancha como era de esperar.
Se activó el dispositivo autocrático del poder del gobernador, con una ofensiva sobre la Justicia de la cual tiene el control absoluto, como siempre contra los más débiles.
Los16 allanamientos contra merenderos, comedores y domicilios de referentes sociales, incluso con niñas y niños presentes, en una cacería digna de una dictadura, no hicieron más que poner de relieve la falta total de estado de derecho que existe en Jujuy.
La ya trillada excusa de “asociación ilícita” para justificar la persecución política desde el ámbito judicial, no puede ocultar que quien la motoriza es la voluntad despótica de Morales.
La visita presidencial tuvo varias lecturas políticas, una es la alteración inmediata del mandatario provincial con su “carta abierta” derramando odio a las organizaciones y con su estigma de “violentos”. La voz temblorosa de un líder no es muestra de conducción, solo es una muestra de intolerancia.
Su respuesta a quienes acusó de “violentos” fue la violencia institucional. Porque esa acusación no es más que una excusa para exhibir su poder represivo.
El aparato judicial de Morales salió a la caza de opositores , mientras sus fuerzas policiales violentaban a referentes en allanamientos desmedidos y desplegando una cruda violencia institucional que desde el 2016 se produce en Jujuy. Violencia que la dictadura ejercía contra obreros, militantes, a la que todo el país en 1983 todo el país le dijo NUNA MAS.
El comité Rivarola Jenefes
Por esas horas de violencia en los barrios, y en varias localidades, se conoció la foto de la sociedad del presidente del Partido Justicialista de Jujuy Rubén Rivarola junto a su socio comercial Gerardo Morales y la sonrisa amplia de Facundo Manes, ambos pre candidatos a presidente auto nominados. Para completar la foto de comité, diputadas provinciales del dizque peronismo jujeño, acompañaron el acto en una escuela.
Una escena que representa cabalmente la distribución del poder en Jujuy, con la hipocresía política digna de un verdadero feudo donde el señor compra el vasallaje de quienes le sirven.
El oficialismo ha cooptado a la prensa con la pauta del estado -con dos de los principales medios en manos de periodistas justicialistas mercenarios- y así muestra una imagen de Jujuy progresista, emprendedor, innovador, cuando la realidad es otra: sueldos de miseria y desocupación.
Mientras violenta sistemáticamente a opositores, el oficialismo de Morales busca fotos para sumar a su álbum de poder. No discute políticas porque no dialoga, solo busca con su poder judicial avasallar derechos de los ciudadanos. Y el que se atreva a cuestionar de inmediato tendrá una “causa armada”.
En tanto que en Jujuy, la ausencia de la oposición permite que el autoritarismo de Morales avance contra los jujeños y jujeñas.
El Frente de Todos en Jujuy, no se recupera de las diferencias entre diferentes sectores internos, y no se expide ante hechos violentos en una provincia donde el estado de derecho no existe. El miedo a las revanchas de Morales, inmoviliza a los representantes de Jujuy en Nacion.
Ante el permanente avance sobre los derechos ciudadanos, la intervención judicial en Jujuy, se hace necesaria para respaldar las garantías de jujeñas y jujeños.
El presidente del PJ Jujuy acompañado por el ex vice gobernador Guillermo Jenefes buscan continuar con su sociedad comercial con el gobierno de Morales y no les interesa trabajar políticamente para la gente.
La foto con Manes, Morales y Rivarola es una más de tantas que ellos rotulan como “fotos institucionales”, pero esa imagen representa dos puntos evidentes: la entrega de ese partido al proyecto del oficialista y el posicionamiento de Rivarola en el proyecto presidencial del radicalismo.
A meses de las elecciones 2023, porque en Jujuy las elecciones se adelantarán como fueron las anteriores, es la fórmula de Morales, de cajón repetirá esa receta perdiendo porcentaje de votantes porque eso quedó demostrado en las anteriores. Pondrá en juego sus proyectos invisibles y los 82 mil planes sociales que maneja.
Por esas semanas, aparece el rumor de hace más de un año, el proyecto de la Reforma de la Constitución, que requiere discusión, debate, aportes , pero en Jujuy si llegará a ingresar ya tiene los votos.
Un cuerpo legislativo que carece de debate político, las intervenciones de los diputados no representan la voz del pueblo. Porque solo levantan la mano para aprobar los proyectos del Ejecutivo sin debatir ni cuestionar. Esa es la caja de resonancia que no escucha al pueblo y es como la llaman “la escribanía de gobierno”.
A la obscena foto de Rivarola y diputados con los candidatos del radicalismo Manes y Morales, se suma la puesta en marcha del debate sobre la reforma consitucional para la reelección del segundo, por parte de un diputado peronista. "El gran debate será el de la reforma constitucional", declaró Pedro Belizan al Diario El Expreso.
La reforma constitucional, es importante pero no para una reelección de Morales, que es su deseo aunque lo niegue. Seamos sinceros Morales no levanta imagen para ser candidato presidencial y manotea como nunca a la pata peronista que en el 2015 fue Haquim, ahora es Rivarola.
¿Y será el bloque Peronista que acompañe a ciegas la reforma de la constitución?
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