"El peronismo que necesitamos"

Por Lic. Carolina Moisés

Hace un año, la militancia peronista de Jujuy aún seguía festejando orgullosa el segundo triunfo electoral consecutivo desde Yuto hasta Santa Catalina, habiendo recuperado la autoestima de cada compañero en la lucha, la esperanza de cada jujeño en una realidad más justa, y el camino de la reconstrucción de un espacio político que nos pertenece.

¿Cómo lo hicimos? Sin duda, un triunfo tan contundente es fruto de muchos factores, pero como hoy es el Día de la Militancia me voy a dedicar solamente a valorar a los compañeros y compañeras.

Nos animamos a creer que podíamos ganar, estábamos convencidos que las injusticias sufridas estos años no podían seguir más, el dolor que sentimos nos marcó de tal forma que desde nuestras entrañas sacamos fuerzas para enfrentar al poder. ¡Y no hay nada más fuerte que un peronista convencido!

Después nos animamos a juntarnos, nos miramos como compañeros, aflojamos las tensiones internas después de la derrota provincial, y entendimos que separados éramos un grupo de perdedores, pero todos juntos somos invencibles. Y cada uno cargó con su frustración transformándola en experiencia, cada uno miró alrededor y vio que nada bueno se logra en soledad, y todos pudimos superar nuestras diferencias circunstanciales para empezar a forjar un destino común.

Un poco más adelante, visualizamos que era el momento de ponernos de pie, caminar hasta el último rincón de Jujuy, se nos metió en la sangre la militancia recuperada y el sentido de pertenencia a un proyecto nacional que nos demandaba dar lo mejor de nosotros, y no supimos de jefes ni conductores porque en cada uno de nuestros corazones había un jefe y un conductor. Por eso formamos equipos, dividimos tareas, asumimos responsabilidades, construimos un espacio de iguales en la lucha, donde lo único que nos diferenciaba era el rol histórico que debía tomar cada uno de nosotros, como militantes, como dirigentes, como constructores políticos y conductores de nuestra vida en comunidad.

¿Vieron que se podía? Y los agoreros de siempre, los militantes de café, los funcionarios de escritorio, los empresarios de la política y los dirigentes de billetera y aparatos quedaron sorprendidos y ensombrecidos por un triunfo contundente donde hasta la difícil San Salvador se pintó de celeste y blanco. Entonces nuestros enemigos, los del palo y los de afuera, se dieron cuenta que el menosprecio tenía un precio, que su poder no era tanto, y que la militancia se paraba desde los cañaverales, los cerros, los valles y los barrios, llenando las urnas con Alberto y con Cristina.

Ese histórico triunfo de agosto fue por partida doble, lo repetimos en octubre, y es ese preciso momento el que les pido que recuerden, cuando sentimos que cada paso recorrido había valido la pena. No solo por haber ganado una elección sino por haber recuperado el orgullo de sentirnos peronistas y la fuerza para trabajar por los demás, y así volvimos a sentirnos parte de una causa común y a asumir el compromiso con los jujeños que depositaron su confianza en esa causa.

Por eso, es un insulto que algunos estén pensando en listas y en candidaturas, o estén hablando de arreglos o lapiceras poderosas que perdieron ya la tinta…y el tinte. La sumisión no es aceptable en esta etapa, mucho menos cuando hemos demostrado nuestra fortaleza. Volver al pasado y a sus métodos no es una opción.

¿Qué peronismo queremos compañeros? ¿El del acuerdo de cúpulas, el de la mesa de los cinco, el de los dirigentes lejanos, el del partido vacío, el de las básicas cerradas, el de nuestros bustos destruidos, el del toma y daca, el de los militantes rentados, el del discurso y las facturas de los grandes medios de comunicación provinciales, el del pensamiento único, el de las derrotas? ¿O queremos el peronismo del debate, el de los principios, el de la solidaridad, el de las diferencias que nos igualan en valores, el de la militancia permanente, el de la lucha contra los factores de poder, el del poder de la gente, el de las conquistas de derechos, el del valor de la palabra, el de la fortaleza individual puesta a disposición de la construcción colectiva?

¿Cuál es el peronismo que tenemos que querer? Pero sobre todo nos preguntemos ¿qué peronismo necesitan los jujeños? Construyamos juntos un peronismo que aprende de sus errores, que transforma ese aprendizaje en experiencia positiva, recuperemos la memoria de esos dirigentes que enaltecieron el nombre de Perón y Evita en nuestra tierra jujeña, compartiendo el camino como compañeros.

Así como juntamos nuestra fuerza y nuestra convicción para consolidar un triunfo electoral, hoy debemos juntarnos y poner toda nuestra energía en la gestión nacional.  Ayudando siempre, resolviendo problemas comunes, buscando soluciones innovadoras, acercando herramientas y programas para asistir a los sectores más vulnerables, consiguiendo recursos para mantener abiertos nuestros comercios y nuestras Pymes, sosteniendo el empleo y la economía, trabajando codo a codo desde cada municipio para atender las necesidades más urgentes, alzando la voz desde cada banca en la Legislatura o en los Concejos Deliberantes para defender a la gente y en el Congreso votar las leyes que necesitamos para recuperar derechos perdidos en la era macrista, y sobre todo para aliviar el profundo dolor que nos provocó esta pandemia.

Esta enorme construcción colectiva que es el Frente de Todos debe consolidarse en Jujuy con liderazgos sostenidos por el amor y el compromiso con nuestra gente, con equipos de trabajo en nuestros territorios, con sindicatos fuertes que defiendan con coraje a los trabajadores, con militantes de convicciones inquebrantables y con un proyecto sólido y creíble para todos los jujeños, que nos permita ser protagonistas de la historia de nuestra Provincia y ejecutores de la Reconstrucción Argentina.

Con todo cariño, ¡les mando un fuerte abrazo (virtual) peronista! ✌️