Por Javier Bach Bilbao
La historia enseña que muchos de los conflictos bélicos y destituciones de gobiernos a través de los golpes de estado han tenido que ver con la pugna por los recursos naturales y estratégicos no renovables por estos tiempos principalmente el litio u oro blanco.
En nuestro país, por ejemplo, el 6 de septiembre de 1930 se produjo el derrocamiento del presidente Don Hipólito Yrigoyen, lo que fue caracterizado como un “golpe con olor a petróleo”. Los conservadores no aceptaban la fundación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) aquel 3 de junio de 1922, además de otras conquistas como la jubilación, contratos colectivos de trabajo, la reforma universitaria del 18, la administración del comercio exterior y tantas otras de las que “El peludo” había sido un impulsor decidido.
Si posamos nuestra mirada en el sur de Asia, fue durante 1953 que se produjo el golpe de estado en Irán impulsado por el Reino Unido y los Estados Unidos de América contra el primer ministro Mohammad Mosaddegh. El gobierno democrático había resuelto auditar los documentos de la “Anglo-Iranian Oil Company” y el parlamento votó para nacionalizar la industria petrolera. La interrupción por la fuerza del sistema parlamentario robusteció los siguientes 26 años de la monarquia y reinado absolutista del Sha de Persia Mohammad Reza Pahlavi quien fue derrocado por la Revolución Iraní en 1979.
Sin embargo no hay necesidad de retroceder tanto en la historia. Apenas han pasado tres años de la asonada cívico-policial-militar de aquel 10 de noviembre de 2019 en el que se forzó la renuncia y salida del presidente del Estado Plurinacional de Bolivia Evo Morales Ayma y su vicepresidente Alvaro Garcia Linera, cuyas vidas estuvieron en serio riesgo y fueron auxiliados por la firme intervención del presidente de México Andrés Manuel López Obrador y el electo presidente Alberto Angel Fernández que asumiría recién el 10 de diciembre.
Justamente la usurpadora y ex senadora Jeanine Añez ha sido condenada a 10 años de cárcel por el Golpe de Estado II, en el que fue juzgada por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y a las leyes bolivianas.
Una de las razones del Golpe de Estado fueron expresadas por un joven valiente que interrumpió al Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro en una conferencia de prensa a viva voz, denunciando su complicidad por la muerte del periodista argentino Sebastián Moro y el interés de EEUU en las reservas de litio del Salar de Uyuni.
Por su parte el presidente Alberto Fernández en representación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en la IX Cumbre de las Américas pidió que Almagro sea echado de la conducción de la OEA y criticó con dureza su accionar al frente de la organización multilateral, y aseguró que “se ha utilizado a la OEA como un gendarme que facilitó el golpe de Estado a Bolivia”.
Es decir que estamos ante un mineral finito cruzado por diversos intereses y donde las relaciones de fuerza se expresan de manera brutal en algunos casos, y exigen de los estados nacionales la firmeza para conducirlos, orientarlos y velar por el interés común.
El cuadro siguiente representa en una línea de tiempo los precios promedio del carbonato de litio grado bateria con el que fueron comercializados en vastos sectores del mercado internacional.
Cuadro comparativo
Se pueden advertir diferencias que han de requerir alguna justificación por parte de los sectores involucrados.
Destacamos que el cuadro es un resumen propio, cuya fuente es el valiosísimo documento preparado por Michel Jorratt de la Unidad de Recursos No Renovables, División de Recursos Naturales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), titulado “Renta económica, régimen tributario y transparencia fiscal de la minería del litio en la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de) y Chile” en el marco de las actividades del programa Cooperación Regional para la Gestión Sustentable de los Recursos Mineros en los Países Andinos (MINSUS), publicado por Naciones Unidas en 2022. (ver nota 1)
Por su parte la Dirección General de Aduanas ha establecido los valores referenciales de exportación para el carbonato de litio en U$S 53.000 por tonelada mediante la Resolución General 5197/2022 AFIP del 31 de mayo pasado.
Desde esta columna entendemos que resulta impostergable que se declare al litio como lo que es: un recurso natural estratégico no renovable, como muy bien lo expresaron los científicos argentinos en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) el 13 de marzo de 2020. (ver nota 2)
Confiamos en que los legisladores retomen la redacción del anteproyecto presentado el año pasado, ya que una ley en este sentido resultaría en una herramienta fundamental en resguardo de los intereses nacionales.