Raúl Noro, el amigo, el poeta, el humanista

*por Juan Carlos Gutiérrez (el Guti), amigo

Conocí a Raúl Noro en Jujuy por el año 77, en ese momento corresponsal de La Nación, poeta surrealista y tantas otras cosas más. Desplegaba un humor e ironía surrealista, precisamente, para poder superar esos días terribles por los que pasábamos en el país y Jujuy en particular, donde “nadie sabía nada” y “todos sabían todo” sobre la persecución y la muerte acaecidas tras el golpe del 76.

Integré un grupo de artistas y hacedores culturales que nos reuníamos una vez por semana para tomar un café en la Royal (confitería de moda en aquellos días), donde la llegada de Noro era siempre esperada por que siempre tenía algún dato que no salía en las páginas de ningún diario de Buenos Aires y que él le daba al cierre de su narración un toque irónico y particular.

Veinte años después retorno a Jujuy y me encuentro con un Noro acreditado en la Legislatura jujeña, miembro del Partido Humanista y con un cargo en ATE. Me ayudó desinteresadamente en mi tarea política de aquel momento y retomamos esas charlas que tuvimos en aquellos 77/78 y parte del 79 cuando retorné a Buenos Aires.

Noro siempre supo porque yo estaba en mi exilio interno, también lo sabían los otros/as miembros de la mesa de café y todos me brindaron su solidaridad y apoyo para que pueda sobrellevar esa situación lo mejor posible. Me quedará en la memoria su sonrisa y el brillo de sus ojos cuando cerraba una frase que sabía era “picante” para el interlocutor y también sentir su mano sobre mi hombro cuando a veces fue necesario hacerlo.

Al Compañero Raúl Noro mi recuerdo y cariño más sentido y a su compañera Milagro, la fuerza necesaria para superar su pérdida en esta etapa de cruel persecución.

Juan Carlos Gutierrez (El Guti)