“Los muertos no pagan deudas”, fue la frase que Néstor Kirchner que lanzó en 2005 como anunció de lo que fue la reestructuración de la deuda externa durante su gobierno, expresión que recordaron 13 senadores para rechazar el acuerdo con el FMI señalando que sólo traerá ajuste y recesión, excluyendo a “millones de compatriotas”.
En un documento de 8 páginas, las y los legisladores que ayer se mostraron en contra sobre los resultados en la negociación con el organismo, expusieron diversos motivos para negarse a plegarse al acuerdo al que llegó el Ejecutivo nacional, aunque señalaron como eje principal que hay que “crecer para pagar”.
La votación en la cámara alta del Congreso plasmó 56 apoyos, 3 abstenciones y 13 votos negativos, todos de legisladores del Frente de Todos: María Eugenia Catalfamo, Juliana Di Tulio, , Martín Doñate, María Eugenia Duré, Nora Giménez, Ana María Ianni, Anabel Fernández Sagasti, Oscar Parrilli, María Inés Pilatti Vergara, Mariano Recalde, Adolfo Rodríguez Saá, Matías Rodríguez y Guillermo Snopek.
“El 10 de diciembre de 2015 la Argentina no poseía deuda con el FM y el nivel de endeudamiento general era muy bajo” indicaron en el documento para dejar clara la responsabilidad del gobierno de Mauricio Macri en el retorno del FMI a la Argentina.
“La deuda como porcentaje había descendido del 118% del PBI en el año 2004 a menos del 50% en el 2015 y la deuda estatal en moneda extranjera, no superaba el 8%. Hasta ese momento no solo nos habíamos librado de la mano del ex presidente Néstor kirchner de las condicionalidades que impuso e impone siempre el FMI, sino que además con Cristina Fernández de Kirchner en la presidencia, Argentina se transformó en un modelo global para los procesos de restructuración de deuda soberana”, manifestaron.
En la misma dirección, señalaban que “no había estancamiento de la economía (ya que crecía al 2,3%, ni la inflación estaba desbocada” además subrayar que en el Banco Central “había reservas y la fuga de capitales estaba controlada”.
Y compararon “tras cuatro años de gobierno de Mauricio Macri la inflación superó el 50%, el endeudamiento y la fuga alcanzaron un récord y el salario cayó 62% en dólares terminando solo por arriba de Venezuela, lo que constituyó la peor destrucción salarial de las últimas décadas”.
La apertura de la economía prometiendo una lluvia de inversiones, en paralelo a políticas que impulsaban la especulación financiera sobre la producción fueron los factores que impulsaron “un feroz endeudamiento”, aunque el pago a los Fondos Buitres fue el que catapultó el retorno del FMI al país.
“Las condiciones del pacto que firmó el macrismo fueron una bomba de tiempo armada para explotar durante el año 2021 y 2022” sentenció el grupo de los 13 senadores.
Sobre este punto, cuestionaron la legalidad del acuerdo stand by. “La mayor operación de endeudamiento externo del siglo fue hecha con un nivel de informalidad y de opacidad institucional inadmisible para un país soberano y para un estado de derecho. Esto es lo que nos legó el macrismo, que llegó a la campaña presidencial de 2015 prometiendo más calidad institucional”.
“Al asumir el gobierno del frente de todos en diciembre de 2019 y, a pesar de la difícil situación heredada, se logró reconstruir el mercado de deuda en pesos y también restructurar la deuda en moneda extranjera para el 99% de los acreedores privados generando un ahorro de casi 35 mil millones de dólares”.
“Aún con todos los avances realizados hasta el momento, sabíamos que tarde o temprano tendríamos que enfrentar la renegociación de la deuda con el FM y que, como en cada momento de nuestra historia, vendría a condicionar nuestras decisiones soberanas. Es en ese contexto en que estamos hoy frente a la programación de un nuevo pacto con el fondo, que dada la experiencia de nuestro país sabemos que no logrará cumplir con el objetivo de crecer para poder pagar”, advirtiendo sobre el fracaso del acuerdo.
“Creemos que el centro del debate político en Argentina es cómo tener un programa de crecimiento económico que superé las recetas fáciles de programas de ajuste y recepción”, sin dejar de honrar las deudas.
Sin embargo, destacaron que este acuerdo tal como está planteado llevará a “ajustar a los sectores de ingresos medios y bajos que por definición es contraproducente con los propios objetivos de crecimiento económico en cualquier programa necesita para no fracasar”.
Y sentenciaron “entendemos que los números tienen que cerrar con la gente adentro y lamentablemente con este pacto millones de compatriotas seguirán afuera y otros tanto más quedarán excluidos”.
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