El desafuero de Juárez Orieta, la otra muestra de la violencia política hacia las mujeres en Jujuy

Ser mujer y opositora al gobierno de Gerardo Morales se ha convertido en un motivo para ser apartada de la esfera política, así lo demuestran los casos de Milagro Sala, Alejandra Cejas y ahora Débora Juárez Orienta, quien fue desaforada y expulsada de la Legislatura jujeña.

Los 37 votos aportados por el oficialismo, más el apoyo del PJ que comanda Rubén Rivarola, ayer Juárez Orieta perdió la inmunidad legislativa, además de ser suspendida.

Apenas 3 votos se opusieron al desafuero: Emanuel Martín Palmieri, único voto aportado desde el PJ, además de Juan Cardozo y Alejandro Snopek, quienes compartían el bloque con la propia Juárez.

Las circunstancias en que se discutió el pedido de desafuero levantaron las suspicacias y críticas de legisladores, tanto provinciales como nacionales debido a que dicha solicitud duerme desde hace más de una década.

Hay que recordar que fue el fiscal Ernesto Liam Resúa, del juzgado penal del Centro Judicial de San Pedro de Jujuy, quien solicitó el desafuero de Juárez Orieta por la supuesta venta ilegal de lotes en la localidad de Fraile Pintado, hechos que habrían ocurrido en 2012, por la cual la dirigente peronista fue imputada por el delito de “Abuso de Autoridad” y “Negociaciones Incompatibles por la Función Pública en concurso real y amenazas coactivas”.

Una condena sin sentencia

El incumplimiento de las normativas para que sea tratado el pedido fue uno de los puntos que señaló Alejandro Snopek en pleno debate: “el ingreso del pedido judicial a la Cámara no había cumplido el procedimiento que se requiere y que este tampoco estaba firme” señaló, además de considerar que “por cuanto ha sido solicitada una revisión que todavía no se ha expedido la Justicia y se está por votar un dictamen de una Comisión cuando hay una instancia previa de la Justicia que debe resolver antes de un desafuero”.

Sin embargo, no fue única la voz del diputado Alejandro Snopek que salió a cuestionar la exclusión de Juárez Orieta, precisamente en un año electoral.

La Red Mujeres Políticas sostuvo “vulnerar a las mujeres en la participación política con el método sistemático de hacer callar sus pensamientos y expresiones es la constante en el ejercicio de la violencia patriarcal”, lanzó en un comunicado.

Además, consideraron que es “urgente la aplicación de la perspectiva de género en las fuerzas políticas en el marco del diálogo y la tolerancia para una real democratización de la política”.

Por su parte, la diputada nacional Leila Chaher sostuvo a través de redes sociales “a semanas del cierre de frentes electorales desaforan a la diputada Juárez Orieta que no tiene sentencia ni juicio. Nada es casualidad en Jujuy; capital nacional de la persecución, hostigamiento y disciplinamiento a opositores”.

Y agregó “Gerardo Morales digita, la mafia judicial ordena y la Legislatura ejecuta. Los votos del bloque PJ a favor del desafuero son repudiables e inexplicables. Sin garantías constitucionales reales no hay democracia; y sin democracia no hay libertad”.

Retomando el tema de la persecución política y la cuestión de género, el senador Guillermo Snopek también lanzó sus críticas al desafuero de Juárez Orieta: “vergonzoso lo que pasó en la Legislatura de Jujuy, con la UCR y el PJ actuando en complicidad para suspender a una Diputada opositora a Gerardo Morales. No es la primera vez que los jefes de ambos Partidos se unen para sancionar a una MUJER. Y no será la última mientras Morales y Rivarola sigan abusando de su poder”.

Por caso, hay que mencionar lo ocurrido con Alejandra Cejas en mayo de 2021. En medio de la pandemia, la diputada había solicitado que el gobierno de Morales rindiera cuentas sobre los negocios que sostenía con Rubén Rivarola (un convenio con la Clínica Nuestra Señora de Fátima).

Los reiterados apoyos en la Legislatura por parte del PJ al oficialismo en sucesivas votaciones, fueron los desencadenantes para que Cejas pusiera la lupa sobre la figura de Rivarola.

La sesión terminó de forma escandalosa: sin conseguir que se ordenara la investigación sobre los negocios entre el Ejecutivo y el empresario y diputado, Rivarola consiguió que Cejas fue suspendida por 90 días del cuerpo parlamentario.

Los votos: propios peronistas y el bloque del Frente Cambia Jujuy.

Pero, el ejemplo paradigmático en Jujuy sobre la misoginia y la violencia política hacia las mujeres es Milagro Sala: tras el acampe de la Tupac Amaru frente a Casa de Gobierno, casi un mes después de haber asumido la gobernación, la lideresa era detenida el 16 de enero de 2016 por lo que era apenas una contravención. Sala, por ese entonces tenía fueros por haber sido elegida como diputada del Parlasur. Cargo que nunca pudo asumir por el andamiaje jurídico desatado en Jujuy para perseguirla.