El discurso patas para arriba de Gerardo Morales en el lanzamiento de su precandidatura

Un teatro colmado, funcionarios, funcionarias y legisladores del radicalismo acompañaron a Gerardo Morales en lo que fue el lanzamiento de su precandidatura a presidente; también estuvo la militancia, adentro y afuera, cortando las calles en las inmediaciones del Gran Rex que aportaron el primer fallido de las promesas del gobernador de prohibir los cortes de ruta. No fue el único.

Durante su alocución, el mandatario provincial usó como chicana que el gobierno nacional está dejando al país “patas para arriba” y de allí su eslogan de campaña dar vuelta la Argentina. “Venimos desde el norte para restablecer el orden y dar vuelta la Argentina. El radicalismo es la fuerza con la experiencia, la capacidad y la convicción política para recuperar el país de una vez por todas”, sentenció.

Lo cierto, es que Jujuy no es el mejor ejemplo de avance y desarrollo. Tampoco en lo institucional. Sindicatos docentes y estatales denuncian año a año el ajuste que realiza el Ejecutivo cerrando paritarias a la baja, obteniendo salarios de pobreza. Tampoco se observa el cambio de la matriz productiva, durante la gestión Morales lo que más se ha incrementado es el empleo público y el endeudamiento de la provincia. En tanto, persisten los cuestionamientos sobre la independencia de la justicia. El caso por excelencia es Milagro Sala, detenida por una contravención, para luego desarrollarse todo un entramado de causas penales y mantenerla en prisión. Fue el propio ex presidente del STJ, Pablo Baca quien señaló que la lideresa estaba presa por los designios de Morales.

Y como no podía ser de otra manera, otra vez el dirigente radical utilizó la figura de Sala para hacer campaña. “La política tiene que dejar de ser el refugio de los corruptos, en Jujuy está presa la corrupción -en clara referencia a la lidera de la Tupac Amaru-, nosotros somos el partido de los derechos”, osó manifestar.

Para no dejar dudas sobre la acusación, el presidente de la UCR dijo “Milagro Sala es la cara visible de la corrupción en Argentina”.

De igual manera, Gerardo Morales también apuntó contra la vicepresidenta, a quien pidió que se retirara de la política. “Cristina dejá de interferir en la política  y te vas a tu casa que nos dejen a los que tenemos ideas y proyectos”. Resulta que CFK es una de las dirigentes con mayor intención de voto del país, donde Morales apenas pasa el 2% a su favor.

De igual forma, criticó a Alberto Fernández, aunque no lo nombró de forma directa. “Tenemos que tener una política firme y dura para combatir el narcotráfico. Los delitos de narcotráfico son delitos federales. ¿Qué hace el presidente? ...a penas me haga cargo voy a atender la situación de Rosario” se envalentonó Morales creyendo que tiene chances de ocupar el sillón de Rivadavia.

Siguiendo en su crítica al gobierno nacional, el gobernador indicó “6.6% de inflación, tremendo, la caída tiene que parar, la verdad nos están dejando un país patas para arriba... cuando hay un Estado paralelo, que corta las rutas y que restringe derechos de nuestro pueblo, hay un estado paralelo que es  financiado justamente por el gobierno nacional que nos hace la vida imposible al pueblo argentino... cuando la inseguridad y el narcotráfico anda a sus anchas en toda la República Argentina, cuando un grupo de delincuentes en nombre de las comunidades mapuches usurpa tierras y comete delitos y el peor de los delitos es el de la sedición”, lanzó mezclando temas más que complejos.

Y volvió a manifestar “nos están dejando los valores patas para arriba, cuando la agenda del gobierno es la impunidad y no se lo vamos a permitir, cuando se usa la política como refugio para la mafia y los corruptos”. Morales tuvo y tiene más de un funcionario que utiliza ese espacio de poder para obtener impunidad: el ya fallecido Jorge Cabana Fuzs es uno de ello.

Pero de críticas no se hace una campaña, también hay que hacer promesas. En ese sentido, Morales sostuvo “la cultura de la violencia y la confrontación se impone a la cultura del trabajo, esta es la  situación es la que nos moviliza,  esta es la situación que el desafío más importante que tenemos, no es solo cambiar el gobierno que está en juego este año y ponerle fin a un ciclo”. Otro fallido, el mandatario jujeño es uno de los primeros que utiliza la confrontación como política. El caso más extremo fue con la organización del “Jujuy no se toca”, para repudiar el tratamiento en el Senado la intervención de la justicia provincial. La demonizada Milagro Sala, la Tupac Amaru y las organizaciones sociales también se suman a esta confrontación.

“La consigna de restablecer  el orden en el Estado, en la economía, en la vida cotidiana es la premisa fundamental, el desafío es que fuerza política está en condiciones de hacerlo”, apuntó como propuesta.

Al igual que todo el arco de Juntos por el Cambio, Morales cuestionó la asistencia del Estado. “El desafío de la vida actual es recuperar la gran clase media argentina, lo que pone en debate el fracaso de las políticas asistencialistas, los planes sociales no han resuelto el problema de la pobreza, lo que resuelve el problema de la pobreza es el trabajo, por eso nuestros economistas que están trabajando con responsabilidad, saben cual es el camino con programas monetario, programa financiero, las medidas que tendremos que tomar en términos del gasto público”. Traducido=ajuste.

Lo más contradictorio de todo el discurso fue sobre el armando de las elecciones. Morales expresó “tenemos que poner en marcha medidas que limiten las reelecciones indefinidas, que terminen con la ley de lema que es la trampa a la que nos someten en varias provincias del país”. Entre la multitud de espectadores se encontraba el intendente de la capital jujeña, Rául ‘Chuli’ Jorge que va por su quinto mandato y el diputado radical -casi vitalicio- Alberto Bernis. Por otra parte, Morales olvidó que en las elecciones que se presentó como candidato a gobernador, encabezó más de una lista, viéndose él mismo beneficiado por la ley vigente.

El discurso de Morales, agresivo, alejado de la realidad jujeña, uso muletillas de campaña muy obediente. Sostuvo que el radicalismo es el partido de “los derechos”, “la honestidad” y “de los principios, palabras nada más porque nada de eso es cumple en Jujuy desde el 2015. Refugiados en esas palabras dijo que "de allí vamos  a aportar a lo que es la herramienta transformadora en estos tiempos en la República Argentina de Juntos por el Cambio”.