El éxodo militante y pagado para el lanzamiento de la candidatura de Gerardo Morales

Mientras que la gran mayoría de la población jujeña día a día debe hacer magia con la plata para poder cubrir sus necesidades básicas, por otra parte, el sueño “millonario” de Gerardo Morales por competir por la presidencia incluye vuelos oficiales y colectivos de larga de distancia para transportar a la militancia al acto que se concretará este miércoles en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Casi como un éxodo radical, ayer los vuelos desde Perico hasta Aeroparque estuvieron cargados de funcionarios y funcionarias para acompañar a su líder en el lanzamiento oficial que realizará a partir de las 17 en el Teatro Gran Rex. Sí, el emblemático edificio, ubicado a 200 metros del Obelisco, será la sede para el estrellato por la carrera presidencial del gobernador. ¿A cuenta de quién irá el costo del alquiler de la instalación?

Según señaló el propio Morales en una entrevista televisiva, la campaña está siendo “costeada” por el aporte de sus funcionarios y funcionarias. Sin ruborizarse y entre risas, el gobernador indicó que se les hacía un descuento todos los meses. Nada de pago de pago voluntario.

Y si de voluntad se habla, ayer también se pudo observar colectivos de larga distancia dispuestos en la capital jujeña para el traslado de militantes al acto de Morales. Militantes y no tanto, según relató un empleado municipal testigo de lo que estaba sucediendo. Para este trabajador seguramente allí estaban beneficiarios y beneficiarias de planes sociales. Hay que recordar que el gobierno de la provincia -por ende, Gerardo Morales- maneja de forma directa 82 mil planes potenciar.

Lejos de encarar una nueva forma de hacer política, el dirigente radical no ha dudado en realizar maniobras clientelares: la marcha oficialista “Jujuy no se toca” para rechazar el pedido de intervención de la justicia jujeña contó con el reparto de comida, agua y el traslado de personas para que puedan llegar a la capital jujeña.

Algo similar ocurría en 2019, cuando Morales iba por segundo mandato. Reparto de comida, colchones, sorteo de dinero y hasta trabajadores municipales obligados a participar de los actos proselitistas, algunas de las maniobras utilizadas para hacerse de la victoria.

Así, Morales está lejos de dar vuelta la Argentina, tal como promete en su carrera por la presidencia.