Desde que se desató el escándalo por la entrega de armamento por parte del gobierno de Mauricio Macri a las fuerzas represivas en lo que fue derrocamiento de Evo Morales en Bolivia, Gerardo Morales se había mantenido en un silencio absoluto, aun cuando las denuncias salpicaban a su figura y la de su ministro de Trabajo, Normando Álvarez García, a quien señaló que “premiará” por su cómo actuó por aquellos días.
Tal como suele hacer el mandatario provincial prefirió manifestarse en un medio nacional para aclarar cuál es su postura sobre las acusaciones que pesan sobre el ex embajador que fue denunciado por el gobierno nacional por contrabando agravado, junto con otros funcionarios durante la gestión de Cambiemos.
Lejos de mostrar mesura por las acusaciones -que pueden llevar a conflictos diplomáticos- Morales manifestó “el jueves le voy a hacer un homenaje a Normando Álvarez García, que ha arriesgado su vida para salvar vidas. Tomó la decisión de asilar al ministro de Gobierno, al ministro de Salud, a funcionarios. Acompañó al esposo de la ministra de Salud en el propio auto de la embajada. Corrió riesgo de vida, buscado por la turba, que lo querían matar. No me va a venir el Gobierno con la actuación del radicalismo y de Álvarez García”, dijo en una entrevista a TN.
Pero además, también desconoció la carta de agradecimiento que recibió el ex embajador por parte del jefe de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Gonzalo Terceros y que figura en el registro electrónico de recibidos de la sede diplomática.
Sobre ello, el mandatario jujeño indicó que su ministro desconocía dicho envío y que además “le venden mucha carne podrida al Presidente. Ha sido armado en la embajada argentina en Bolivia, por el actual embajador. No lo voy a permitir de ninguna manera. Lo vamos a condecorar”, adelantaba.
Y ratificó su postura “garantizó vidas, que es una premisa de la Unión Cívica Radical”, agregó. “Estaría bien que el gobierno baje un cambio con este tema”.
De esta manera, Gerardo Morales se pliega a la estrategia cambiemita de deslindarse de la responsabilidad sobre el grave hecho y que constó con la entrega de gases lacrimógenos y munición letal que se usó en la represión de seguidores de Evo Morales en 2019.
El argumento del gobernador para defender a su funcionario es que Normando Álvarez García ha sido “amigo” de Evo Morales y sus funcionarios y “les salvó la vida”.
A pesar de la férrea defensa del mandatario provincial, la situación del ex embajador cada vez se ve más complicada, ya que en el transcurso de esta mañana una investigación de El Destape reveló que el ahora titular de la cartera de Trabajo agasajó a altos mandos militares que apoyaron a la dictadora Jeanine Añez a días de haber cometido el golpe de Estado.
Fuente: La Nación
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