Agosto es un mes especial en la cosmovisión andina puesto que se honra a la Pachamama con ofrendas para agradecer y homenajear a la deidad. Así, casi como una especie de embajadora cultural, Natalia Sarapura organizó una ofrenda en Diputados.
La ceremonia se desarrolló en el mediodía de este martes en el anexo del Congreso y la invitación se extendió a todo la Cámara. Sin embargo, el ritual tuvo poca participación, se hicieron presentes el presidente de Diputados, el libertario Martín Menem y un grupo de legisladores, en su mayoría radicales: Pablo Juliano, Atilio Benedetti, Pablo Cervi, Marcela Coli, Laura Machado, Victoria Tolosa Paz (la única de Unión por la Patria), además de Claudio Avruj, presidente del INAI -Instituto Nacional de Asuntos Indígenas- quien agradeció en redes sociales a Sarapura por convocarlo a la ceremonia.
“Reafirmamos el respeto y la gratitud que sentimos hacia la Madre Tierra, que sostiene y da vida a todos los seres, y para integrar estos valores en el ámbito legislativo”, expresó la diputada y ex ministra de Desarrollo Humano de la gestión de Gerardo Morales a través de su cuenta de X.
Ofrenda a la Pachamama en el anexo del Congreso
En esa dirección, Sarapura destacó que “nuestra celebración refleja los principios que llevamos con nosotros desde Jujuy, donde la Pachamama es más que una ceremonia; es un principio vital que guía nuestra manera de vivir. Este acto honra nuestras raíces y nos recuerda la responsabilidad que tenemos en nuestras decisiones legislativas para garantizar que se refleje el respeto por nuestra cultura y nuestro entorno”, además de recordar que la provincia fue declarada como Capital Nacional de la Pachamama, la cual “nos enseña a valorar y proteger lo que es esencial para nuestra existencia. Como legisladores, debemos ser conscientes de cómo nuestras decisiones afectan el equilibrio y el bienestar que ella simboliza. Este acto es un recordatorio de nuestra responsabilidad de legislar con sabiduría y respeto hacia nuestras tradiciones y hacia el medio ambiente”.
Más allá del mensaje de Sarapura, sus acciones como funcionaria y ahora legisladora distan mucho del interés por el respeto a la Madre Tierra. Primero supo ser una de las impulsoras de la división de las comunidades indígenas de Jujuy para así permitir el avance de proyectos mineros -en especial con el litio- durante la gestión de Morales. Asimismo, nada hizo por defender los derechos de las comunidades originarias cuando se trató la Reforma parcial de la Constitución provincial, incluso, ni siquiera manifestó su rechazo a la brutal represión que vivieron comuneros y comuneras en los cortes de ruta, pese haber ocupado brevemente el Ministerio de Derechos Humanos y Pueblos Indígenas.
Los cambios en la Carta Magna jujeña fue un punto de quiebre los pueblos preexistentes, su aprobación implicó el retroceso en sus derechos. A pesar de ello, Sarapura se mantuvo fiel a los designios de Gerardo Morales, a quien incluso también le organizó la boda indígena (sin valor jurídico) con Tulia Snopek.
Además de wedding planner del gobernador, Sarapura también ofició la primera ofrenda que se realizó en Casa de Gobierno en la gestión radical y cuando llegó Mauricio Macri a la provincia durante su mandato presidencial.
Apropiándose de los símbolos andinos, Sarapura erige un espectáculo sólo para figurar, sin respetar la defensa del agua, la tierra el aire y el agua.
Ofrenda a la Pachamama en Casa de Gobierno
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