El bipartidismo en Jujuy es una suerte de mafia, los conductores de ambas fuerzas políticas carentes de ideología lejos de la democracia que tanto costó recuperar. A 29 días de las elecciones provinciales generales y para Convencionales Constituyentes, el mayor ejercicio democrático de elegir y ser elegido para administrar los intereses de la provincia, hoy es una estafa para el electorado.
El pacto político jujeño 2023, aparentemente el Justicialismo con Rubén Rivarola, fue por la candidatura de su principal opositor Guillermo Snopek, y el radicalismo fue por la candidatura de Luciano Demarco y Tecchi fue la candidatura de Hugo Chavarría. En tanto el frente Unidad por Jujuy que llevaba a Snopek, fue Alejandra Cejas quien impugno la candidatura de Gerardo Morales el maestro electoral jujeño, no por bueno sino por perverso. Pero la justicia radical seguro rechazará.
El panorama electoral no tiene antecedentes de está magnitud en la provincia: candidatos impugnados, un cronograma electoral que está corriendo con plazos, horas y el uso y las interpretaciones de la Constitución provincial. Los legalistas y maquiavélicos cráneos de ambas fuerzas salen a embarrar la cancha, claro es la política, y ojala sea el 7M la oportunidad para castigar a estos empresarios políticos que no son políticos, son oportunistas de la política. Pasaron 8 años de una provincia sin estado de derecho.
La democracia en Jujuy, no funciona, es Morales quien vive en mundos paralelos y cree que por redes sociales se puede mostrar gestión. Este lunes en su discurso de apertura de la escribanía provincial, no habrá nada nuevo. Solo el monologo guionado en el 2015,la descripción de una provincia pintada de rojo y blanco, sin derechos, sin trabajo, con problemas estructurales históricos.
Rodeado de todos los personajes, familiares despidiendo su último discurso como gobernador. ¿Habrá llanto? ¿Habrá enojo? Seis frentes electorales principalmente que ideológicamente son transversales, con una enorme diversidad, interesantes arboles genealógicos políticos, sin oxigenación dirigencial, y con proyectos políticos mágicos para Jujuy.Opinarán sus referentes coherentemente o le darán el abrazo hipócrita al adversario?.
Ante tanto barro o empantanamiento electoral, lo claro es el bipartidismo jujeño quiere el poder y como sea quedarse con los municipios de La Quiaca y Perico, ¿por qué? Quizás el proyecto de zona franca promesa de años, sea el cartel de Jujuy para usar la frontera y por Perico la distribución. Es muy claro, uno más uno: es el bipartidismo jujeño son negocios que van contra la sociedad. El Frente Jujuy Tiene Futuro, pierde fuerza porque ya hizo su trabajo dejar sin candidato a La Quiaca de manera de allanar el camino a Rivarola-Morales. Claro nada es gratis y menos en estos tiempos será a valor Dólar Voto7M que recibió ese frente. El escenario electoral supera la ficción, Si!. Son dirigentes anquilosados en la vieja política, y sostiene que solo el bipartidismo es poder político, porque ejercen el rol de socios. En Jujuy la persecución política a opositores es ley
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