Una entrevista televisiva que sigue manteniendo viva la llama del conflicto dentro de Juntos por el Cambio -frente que nadie quiere dejar-: Mauricio Macri habló de su alianza con Javier Milei y no dudó en atacar a quienes hasta hace el 22 de octubre eran sus aliados: el radicalismo y, en especial sobre la figura de Gerardo Morales, quien no dudó en señalar que el ex mandatario estaba mostrando su “peor versión”.
El cruce entre ambos dirigentes comenzó cuando la UCR lanzó la semana pasada un comunicado sobre la postura de neutralidad que iba a tomar el partido, en relación al ballotage entre Sergio Massa y Javier Milei. Durante la conferencia de prensa, Morales y -en mayor medida- el senador Martín Lousteau se mostraron más que molestos por la decisión de Patricia Bullrich -presidenta del PRO- y de Mauricio Macri de aliarse con el candidato libertario.
Desde ese entonces, el radicalismo no dudó en apuntar que la derrota de Bullrich en las elecciones del 22 de octubre se debió al “coqueteo” que ya había mostrado el ex mandatario con el economista neoliberal.
La contestación por parte de Macri a los radicales se hizo esperar: cumplida una semana de los comicios, el dirigente del PRO manifestó: “Lousteau y Morales son una minoría en el radicalismo y son perdedores. La mayoría de los radicales se han modernizado, no representan el sentir del radicalismo”, indicó en el canal de noticias La Nación +.
Sin embargo, Macri hizo particular crítica al gobernador de Jujuy y también presidente del comité nacional de la UCR y aseveró “fue malo para JxC que Morales haya tomado la presidencia (de la UCR), pero no vale la pena hablar de ellos”.
Como si no fuera ya polémica esa declaración, el ex mandatario sostuvo “Alfonsín en 2002 fue al Senado porque no aguantaba más las cosas que hacía Morales, así que las canas verdes que me sacó a mí, ya se las sacó a Alfonsín en su momento”.
El descargo de Gerardo Morales llegó a través de redes sociales. “Estamos en presencia de Mauricio Macri en su peor versión: miente, descalifica personalmente para ganar en el debate de ideas, desacredita y no se hace cargo de la gran responsabilidad que tiene de poner en riesgo a Juntos por el Cambio y negarle a la República Argentina una fuerza opositora coherente”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
Pero el cruce no quedó allí, Morales amplió “su problema es la ambición desmedida de poder. Primero, debilitó y le hizo todo el daño posible a Horacio Rodríguez Larreta. Luego, perjudicó a Juntos por el Cambio y a Patricia Bullrich. Ahora solo busca protagonismo sosteniendo a Javier Milei, una persona con desequilibrio emocional y propuestas imposibles de implementar, además de negar el holocausto y la dictadura, lo que pone en riesgo la democracia que logramos para nuestro pueblo”.
El nuevo escenario político -con un Gerardo Morales de salida de la gobernación y un Macri que opera desde la sombra- hizo que la relación de cercanía que mantenía ambos dirigentes se terminará de quebrar. El apoyo de Milei por parte de Macri fue la gota que rebalsó el vaso, pero la disputa venía desde que Macri perdió las elecciones de 2019, desde aquel momento, Gerardo Morales trató de distanciarse del dirigente del PRO y así tener una mejor relación con el gobierno nacional. La postura pareció responder siempre a la necesidad de garantizar el normal flujo de los recursos de la coparticipación, dinero indispensable para las arcas del Estado jujeño y que Milei amenaza con quitar si llega a la presidencia.