Morales y su doble rol en el circo constituyente

Pasó una semana desde el inicio de la Asamblea Constituyente, semana corta que dejó más más incertidumbre sobre la reforma parcial de la Constitución que certezas. Un circo desde la convocatoria a la sesión preparatoria y más aún cuando la mayoría decidió que Gerardo Morales presida la Convención, ya estaba dispuesto en el reglamento de la Convención con 113 artículos que parecen las instrucciones de un juego de mesa Monopoly jujeño, aunque dijeron que el reglamento es similar a la reforma de 1986 y 1994.

Según se había expresado en la sesión preparatoria el proyecto oficial de Reforma parcial debía ingresar el martes, aun así, solo está le ley 6302 de necesidad de Reforma. Necesidad del oficialismo que en 3 meses busca concretar.

Los únicos opositores son los 6 constituyentes del Frente de Izquierda y los trabajadores unidad que han expresado su rechazo a la reforma, en su juramento a su cargo sostuvieron con firmeza las críticas a la Reforma y han desenmascarado los guiones de la UCR para callar a opositores.

La reforma parcial de la Constitución hecho que debería ser histórico, de gran participación de la ciudadanía, se redujo a reuniones con sectores “oficialistas” y “expertos” cuando son funcionarios de gobierno. No hay voces con otras opiniones, representando a otros sectores para enriquecer el debate, las propuestas sí es que realmente se quiere una Reforma de cara a una sociedad con más derechos y libertades.

Aunque en publicaciones oficiales dicen: “Los borradores para la Reforma de la Constitución se dará en Comisiones será de consulta con expertos, apertura y diálogo para el análisis de textos a reformar, establecidos por la Ley 6310”, una expresión distante a la realidad.  Aunque quieran compararse con la reforma de 1986 que esa sí fue un enorme trabajo de hombres y mujeres que con gran compromiso y de buena fe trabajaron el disenso y el debate con un espíritu Democrático en un contexto social, político y económico diferente al 2023.

De manera que todo se encamina a una reforma constitucional a medida de Gerardo Morales para continuar su plan de gobierno. Una reforma antidemocrática desde que él se candidateó como convencional el 7 de mayo, solo para arrastrar una vez más la boleta del oficialismo en las urnas. Además, unas elecciones con un manto de sospechas ante los resultados, por tantas irregularidades y sembrado por un fraude electoral que ya se había anunciado antes del 7 de mayo. Elecciones desdobladas y con la convocatoria a reformar la Constitución parcialmente.

Pasadas las elecciones, Morales asumió como convencional y por unas horas presidió la convención, para luego pedir licencia por 50 días y así volver a su cargo como gobernador.  Eso no es más que la muestra de la suma del poder de Morales en Jujuy, en el cual el justicialismo como cómplice de ese juego de poder que Morales somete a los jujeños y jujeñas.

Así, el PJ de Rivarola también participa de la reforma que impulsó Morales, ley -la 6302- que debería llamarse Posadas, porque fue sancionada con la complicidad del justicialismo con el voto del diputado Fernando Posadas. 

Una ley que engloba una serie de artículos que nadie pidió, ni requirió, de manera que no cuenta con el consenso social de los y las jujeñas. Una reforma que ya fue rechazada en el 2022, pero que Morales igual insistió y así adelantó elecciones y utilizó el voto popular para sumar la categoría a convencionales constituyentes.

En ese contexto avanza un proyecto vacío, sin participación ciudadana, sin convocar a diferentes sectores con temas que solo nacieron del pensamiento oficialista no tiene espíritu democrático. El radicalismo jujeño no ha hecho otra cosa que demostrar su inutilidad, todos y todas detrás del líder radical que cree tener el 49% de aceptación a su gobierno desde el 2015.

Pues un gobierno que tiene como espíritu la violencia institucional y que es el común denominador en cada área del Estado y la opresión a hombres y mujeres no es un gobierno democrático y es la muestra de la falta de vocación democrática en sus funcionarios. En 8 años de gestión se han pasado hostigando con un slogan falso: Unión paz, y trabajo. Solo sirve para una publicidad berreta política que ya nadie cree y que no generó más que odio. Ese sentimiento que demuestran los funcionarios de este gobierno. Además, es necesario leer el escrutinio de las elecciones del 7M hay un porcentaje de jujeños que no han votado que no están representados y es por el rechazo a la oferta electoral que hubo ajena a la realidad de los y las jujeñas.

Volviendo a la Convención, pasó su primera semana -corta- y recién durante los días feriados la Legislatura fue adornada con banners de la Constituyente. Asimismo, hace una semana se habilitó redes sociales para “informar y dar participación” a la ciudadanía: Facebook, Instagram, Twitter y TikTok, además de YouTube.

En tanto, los aportes por escrito se reciben en el correo constituyente@jujuy.gob.ar.

Estas tienen como eje dar transparencia al hecho histórico que deberíamos transitar los jujeños y jujeñas si quisiéramos construir consenso social político para un futuro con más derechos. A pesar de ello, la creación de estos canales modernos no garantiza la participación.

La Reforma de la Constitución se da en el marco de la Ley provincial N°6302 de Declaración de la necesidad de la reforma parcial de la Constitución Provincial cuya iniciativa fue presentada por el gobernador Gerardo Morales en 2022 y significará la incorporación de nuevas declaraciones, deberes, derechos y garantías que contemplen fenómenos de la época actual y las que vienen, como también la actualización del derecho clásico, ya expresado en la Constitución Vigente reformada por última vez en 1986.