Reforma de la Constitución: El ombligo de Gerardo Morales y sus socios del PJ

Por Gastón Remy *

El anuncio del Gobernador de Jujuy de una reforma parcial de la constitución provincial hay que leerlo dentro de un proceso más general. Un fin de ciclo de su rol al mando del gobierno provincial ante un creciente deterioro de las condiciones de vida de las mayorías trabajadoras.

Ante ambos hechos, Morales solo se preocupa por el primero viajando por el mundo y por todo el país. Esto sucede con todos los mandatarios que cumplen formalmente con el plazo de dos gobernaciones consecutivas y quieren más. Es su caso.

Además que su estilo autoritario-personalista, sin sucesor que lo garantice, y las internas dentro de la UCR provincial, meten más ruido al asunto. De ahí que la reforma, además de buscar reafirmar el carácter represivo del Estado frente a todo tipo de protesta, tenga mucho de maniobra para ver si puede meter por la ventana su re reelección.

La sospecha es muy grande, también considerando que su candidatura presidencial nunca terminó de despegar y hasta en la propia interna de la UCR, hay otros como Facundo Manes que miden mucho más que Morales.

A este proyecto reeleccionista se suma el PJ oficial. Su esquema de negocios entre los principales referentes del partido tiene una dependencia casi absoluta de la continuidad de Morales como gobernador. De ahí las primeras expresiones de apoyo rotundo a la reforma que hizo el ex vicegobernador, Guillermo Jenefes. Aunque no está claro cómo será finalmente el apoyo a la reforma. La vicepresidenta del PJ, la ex diputada, Liliana Fellner, sostuvo ayer en la Legislatura el rechazo. Por ahora, el Presidente del Justicialismo, no dio su última palabra, el lunes estuvo en la Legislatura apoyando y sabemos que sus movimientos se guían por el instinto de los negocios. Tal vez, entre el afán por darle a Morales todo lo que quiere, y el alto costo político que esto le puede traer, terminen con una salida intermedia. La aparición de un diputado “traidor” que de él voto que necesita el gobierno para hacer avanzar la reforma y luego los legisladores constituyentes apoyen lo “bueno” y cuestionen lo que consideren malo. Esperar y ver.

Pero esta ubicación del PJ jujeño como socio de Morales trae crisis en otros sectores del justicialismo que cuestionan su conducción, aunque no tienen un proyecto alternativo. Son también parte del FdT que viene aplicando un ajuste brutal (mayor al de Guzmán) sobre el pueblo trabajador, abrazados a los embajadores y funcionarios de Estados Unidos. Pero también rompiendo con una máxima del PJ que es la redistribución del ingreso, “el 50 y 50”. En los dos primeros años del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, la clase trabajadora perdió 41 millones de dólares en el reparto de la riqueza. Ese monto se lo llevaron los empresarios. Por último, también este sector díscolo del PJ local, hace un doble juego, en las elecciones a cargos nacionales se une con los que denuncia como “jefes socios de Morales” y en las elecciones provinciales prueban suerte por separado. Los guía un instinto por preservar cargos o pequeños espacios dentro de la política. Más de lo mismo.

Mientras tanto, el pueblo trabajador la está pasando cada vez peor. A la inflación que no para, se le suman tarifazos de Ejesa, otro más en el colectivo, paritarias miserables, y ajustes en salud, educación o la obra pública. Son las “medidas dolorosas” que dijo el FMI que debía aplicar Argentina. Los gobiernos nacional y provincial las garantizan a rajatabla.

Quienes no la pasan nada mal son los grandes empresarios. Quienes vienen mejorando sus ganancias como nunca. Según un estudio del Centro de Estudios de Economía Política Argentina es el caso de empresas de alimentos como Ledesma, Molinos Río de la Plata, supermercados como La Anónima cuyo dueño consultado por “qué hacía ante la inflación”, respondió en una conferencia, “subimos los precios.”

En el rechazo a la reforma de Morales desde la izquierda está la impugnación a los partidos tradicionales que solo piensan en su ombligo; pero también a un régimen basado en la persecución a quienes piensan distinto y la represión a los que protestan contra toda injusticia. Este aspecto policíaco del régimen que impusieron en la provincia la UCR y sus socios del PJ pretenden que sea fortalecido con esta reforma. Algo que no se puede dejar pasar.

A la vez, desde la izquierda consideramos que hace falta discutir y resolver los verdaderos temas que le interesan al pueblo trabajador en una Asamblea Constituyente que no tenga límites de temas a tratar. Dentro y fuera de una asamblea así nosotros pelearíamos por un salario igual a la canasta familiar y ajustable según inflación, la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo, un plan de obras públicas que genere viviendas y trabajo genuino, el pase a planta y el fin del trabajo temporario en el campo, la estatización de Ejesa y del transporte público, que los funcionarios y jueces ganen como un trabajador, sean revocables y los jueces electos por voto directo.

El hecho esta en que una asamblea como proponemos, donde se puedan discutir estos y otros temas que le interesen a los trabajadores, sin límite alguno, hay que pelearla con la fuerza organizada de la clase trabajadora. Sabemos que Morales y el PJ ya acordaron una asamblea constituyente a su medida. De lo que se trata es de oponerle otra que resuelva los problemas del pueblo trabajador en la perspectiva de terminar con la Jujuy de los poderosos.

* Economista, docente en la Facultad Cs. Económicas UNJu. Concejal del PTS - FITU en San Salvador de Jujuy