Las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos, expresa el primer artículo de la Ley N°13.010 que promulgaba el voto femenino el pasado 23 de septiembre de 1947.
La discusión en el Congreso había comenzado un año antes, tras la presentación del proyecto por parte del Poder Ejecutivo, encabezado por Domingo Perón.
El 21 de agosto de 1946 el proyecto fue aprobado por la Cámara Senadores, para que el 9 de septiembre del año siguiente hiciera lo propio la Cámara de Diputados, luego de un maratónico debate. Días más tarde, el 23 de septiembre de 1947, se promulgó la Ley 13010.
Sin embargo, el debate no solo se dio en el ámbito legislativo, sino también en las calles, donde la figura de Evita fue central.
“La mujer puede y debe votar, como una aspiración de los anhelos colectivos. Pero debe, ante todo, votar, como una exigencia de los anhelos personales de liberación, nunca tan oportunamente enunciados” expresó en un discurso la lideresa.
Y también señalaba “ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar”.
Evita impulsó que se volviera a discutir el tema que, debido a los tiempos reglamentarios, de no conseguir aprobación antes del 1 de octubre de 1947, corría el riesgo de perder su estado parlamentario.
En ese contexto, el 3 de septiembre los diputados fueron convocados para tratar los proyectos «sobre tablas». Ese día tuvo lugar una multitudinaria marcha de mujeres convocada por Evita frente al Congreso en reclamo de la sanción de la ley. Sin embargo, la resistencia política era tan alta que la sesión fracasó porque no se alcanzó el cuórum necesario.
Finalmente, el 9 de septiembre de 1947, apenas tres semanas antes de su caducidad, el peronismo logró que el proyecto fuera tratado en el recinto. Con la decidida presencia de Eva Perón en uno de los palcos, resultó aprobado ese mismo día, para ser definitivamente promulgado 14 días más tarde.
“Recibo en este instante de manos del Gobierno de la Nación la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo, ante vosotras, con la certeza que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria” manifestó Eva Perón tras aprobarse la ley.
Pese a ello, recién en 1951 las mujeres acudieron masivamente a las urnas.
Evita, una de las figuras centrales en la discusión por el derecho a sufragar de las mujeres emitió su primer y único voto el 11 de noviembre de 1951, ya que meses más tarde, falleció.