El desproporcionado operativo policial y la represión desatada frente a Casa de Gobierno durante el 8M en Jujuy, además de valerle a Gerardo Morales el repudio generalizado, también derivó en que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación le pidiera al gobernador que cese con la persecución en la provincia.
“Repudio y preocupación por la violenta represión sufrida por las mujeres jujeñas que marcharon por sus derechos el 8M”, fue la calificación que realizó el organismo nacional tras los sucesos del miércoles.
Sobre la marcha por el día internacional de las mujeres trabajadoras, la cartera que encabeza Horacio Pietragalla Corti expuso “en un día donde las mujeres se movilizan, entre otras cosas, contra la violencia que sufren por ser mujeres, el gobernador Gerardo Morales reaccionó con una feroz represión que cercenó el derecho a la libertad de expresión de quienes estaban marchando”.
Y comparó “mujeres de todas las provincias del país se manifestaron pacíficamente por el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, pero en Jujuy las fuerzas policiales golpearon a las manifestantes y arrojaron gas pimienta para impedir que accedan al frente de la gobernación. Entre las mujeres golpeadas estaban Mónica Cunchila, mamá de Iara Rueda, víctima de femicidio, quien fue arrastrada y tirada al piso por mujeres policías; y a Nora Ferreyra, referente de la Red por el Derecho a la identidad de Abuelas de Plaza de Mayo”.
Además, se subrayó “Mónica Cunchila es permanentemente perseguida y hostigada por la Policía de Jujuy por el sólo hecho de exigir Justicia por el femicidio de su hija, todos los martes frente a la gobernación”, con relación a las manifestaciones que realiza junto a los padres del dolor.
Por último, la Secretaría consideró “a casi 40 años de la recuperación de la democracia, pedimos al Gobierno de Jujuy que cese con el permanente hostigamiento a las organizaciones sociales y políticas y que respete las normas básicas de convivencia de una sociedad plural que se expresa”.