Sin agenda oficial, Victoria Villarruel desembarcó este fin de semana en Jujuy, eligiendo la quebrada como lugar de descanso, aunque a horas de debatirse la Ley Bases, la llegada a la provincia levantó suspicacias respecto al encuentro con dirigentes políticos.
Fue la propia vicepresidenta quien dio a conocer su visita a Jujuy, mostrándose en una exclusiva cafetería ubicada en Bárcena. Fue en redes sociales donde Villarruel agradeció a quienes manejan el lugar y agregó “Argentina mejor país del mundo”.
Eso fue lo único que se conoció de la llegada de la presidenta de la Cámara Alta del Congreso a la provincia, donde no desarrolló ninguna actividad como integrante del Ejecutivo nacional, tal como ocurrió con su llegada a San Luis, donde participó de las procesiones del Cristo de Renca y Cristo de la Quebrada, donde se la vio junto al gobernador Claudio Poggi y al senador libertario Bartolomé Abdala horas antes.
Por estas horas, el rol de Villarruel cobra relevancia en la política nacional frente a lo que será la discusión en el Senado por paquete de leyes conocido como Ley Ómnibus y que ya obtuvo media sanción en Diputados.
El conteo previo muestra que el debate será más que complejo: Unión por la Patria está a tan sólo 4 votos de obtener quorum, mientras que el oficialismo -con apenas 7 bancas- apunta a la negociación individual con gobernadores para que sus senadores apoyen el proyecto.
En el caso de Jujuy, la negociación no será necesaria: en las elecciones de 2023, La Libertad Avanza logró obtener 2 de las 3 senadurías, que hoy ocupan Vilma Bedia y Ezequiel Atauche, quien además es el presidente del bloque. La otra banca quedó en manos del peronismo, con Carolina Moisés. El gran perdedor fue el Frente Cambia Jujuy, que no logró mantener las 2 bancas que supieron ocupar Mario Fiad y Silvia Giacoppo.
Sin embargo, el radicalismo -dividido- tendrá un peso determinante en la votación, tal es así, que fue la fuerza que le otorgó los votos necesarios para que la Ley Bases fuera aprobada en Diputados, de hecho, tanto Jorge Rizzotti y Natalia Sarapura dieron su apoyo al proyecto del Ejecutivo que delega facultades al presidente, permite la venta de empresas del Estado, incorpora nuevamente el impuesto a las Ganancias, reformula las condiciones laborales y apunta a un nuevo régimen jubilatorio.